BRAINSTORMING
¿QUÉ ES EL BRAINSTORMING?
El Brainstorming o lluvia de ideas es una técnica que estimula el pensamiento creativo y que se utiliza para incentivar la producción de ideas por parte de un grupo de personas que se reúnen con ese propósito.
El brainstorming es una popular técnica utilizada para encontrar ideas basada en la creatividad espontánea y sin filtros. La base de esta técnica, consistente en entrenar el cerebro humano para desencadenar una “lluvia de ideas” y plasmarlas en papel sin censura, fue formulada por primera vez en 1939 por el autor estadounidense Alex F. Osborn y desarrollada por el teórico de la gestión Charles Hutchison Clark. El brainstorming es un método que tiene como objetivo la recopilación rápida y no filtrada de ideas, pidiendo a los participantes que simplemente “lancen ideas al aire”.
Está
técnica de creatividad fue desarrollada por el teórico de la publicidad y
vicepresidente de la agencia BBDO, Alex Faickney Osborn, quien la utilizaría
con éxito en importantes campañas que fueron el germen de la publicidad que hoy
en día conocemos.
PARA QUÉ SIRVE UN BRAINSTORMING
Las
tormentas de ideas se utilizan fundamentalmente para:
·
Generar una gran cantidad de ideas. Un ejemplo sería cuando quieres
emprender un negocio y no sabes qué montar
·
Mejorar la creatividad de los equipos de trabajo. Como por ejemplo cuando te piden crear
un logo para un cliente.
· Buscar nuevas oportunidades para solucionar problemas o mejorar algún proceso de la empresa.
LAS 4 LEYES
DEL BRAINSTORMING
1. Cantidad antes que calidad. El
brainstorming consiste en recoger tantas ideas como sea posible, con la
esperanza de que entre ellas se encuentre la definitiva para el proyecto o la
labor en cuestión. Por eso, es importante que las ideas fluyan libremente,
aunque haya muchas desechables. Las ideas que desde un principio se perciben
como malas, también son importantes para eliminarlas más tarde al realizar una
comparación con las que sí son buenas. Los participantes deben asegurarse de que
se va a registrar cada idea. 2. No a las críticas, discusiones o
comentarios durante la sesión. Esta regla debe ser respetada en todo momento, con el
objetivo de que el flujo de ideas no se vea perturbado ni se detenga. En otras
palabras, una sola intervención puede contener una o varias ideas nuevas. Todos
los otros aspectos o contenidos deben discutirse en la evaluación posterior.
3. Registrar todas las ideas. Solo si se registran todas las ideas, por ejemplo, con ayuda de una pizarra, se garantiza que la sesión de lluvia de ideas pueda pasar a la siguiente fase de evaluación sin haber sido censurada o filtrada. En consecuencia, es necesario nombrar a una persona que sea moderador o redactor de actas y que suele abstenerse de hacer contribuciones durante la sesión de brainstorming.
4. Pensar con originalidad e
inspirarse mutuamente. La lluvia de ideas suele
generar una multitud de ideas independientes las unas de las otras, aunque
también existe la posibilidad de que a partir de una idea se desarrollen otras
nuevas. A menudo, cada sesión desarrolla su propia dinámica, lo que conduce a que
las ideas se encaminen en una dirección concreta o que incluso se concentren en
una sola línea. A pesar de esto, los participantes no deben tener miedo de
expresar ideas que vayan en una dirección completamente diferente. Ambas
dinámicas refuerzan el brainstorming como técnica grupal y, con frecuencia,
conducen a buenos resultados.
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